¿Por qué no puedo adelgazar definitivamente?

Seguramente esta pregunta aparece varias veces al día en tu mente.
¿Y si ahí estuviera el problema y la solución, en tu mente?
Tu mente consciente está haciendo su trabajo como analizar ideas, sintetizar información sobre esta y otras situaciones de tu vida.
¿Porque lo hace? Porque es una de sus funciones; pero cuando lo que piensas, sientes y haces no van en la misma dirección la información se repite tortuosamente.
Entonces un día te levantas y piensas hoy si, hoy empiezo la “Dieta”, y el desayuno esta impecable y el almuerzo también y a media tarde empieza a aparecer una sensación de “hambre emocional” que no se calma con una fruta y a la tarde te transformas en un “Lobo” que llega a casa y no puede dejar de comer harinas y a la noche sigue con el ritual de sobre alimentación.
Este Ciclo se repite cada día y la mente sigue pensando ¿Por qué no puedo resolver esto?
¿Por qué tiene toda mi atención y no puedo con esto?
Tengo buenas noticias:
Tu puedes con esto, si que puedes. Si estas suficientemente cansada de esta situación y quieres cambiarla, entonces podrás.
¿Cómo empezar a cambiar?
Elije otro Foco. Mientras el problema del peso tenga toda tu atención te dominará y no necesariamente se resolverá.
Mientras sigas pensando que es solo una cuestión de que comer o no, no se resolverá.
Si tocas cada día la misma puerta no podrás esperar que detrás de ella algún día aparezca algo diferente a lo que ya conoces.
Así que tendrás que aventurarte a conocer otra forma de pensar, sentir y hacer en relación al “problema”.
¿Y si lo que te sucede es una gran oportunidad para cambiar tu vida y no solo tú peso?
¿Y si es una oportunidad para ser más coherente, pensar más en tu bienestar y hacer al respecto?
¿Y si empiezas por pensar que el foco no está en el peso sino en el empezar a trabajar para sentirte mejor, para que ese lobo (que aparece en la tarde y noche) se sienta más seguro, comprendido y pueda dejarte en paz?
¿Y si estas frente a la oportunidad de comprender lo que te sucede desde otra lugar, no desde la lucha incansable contra ti misma/o?
Piénsalo y empieza a sentirlo. Quizá el cristal con el que miras no es el más adecuado en este caso. Si lo fuera ya habrías encontrado la solución.
Comprende lo que te sucede sin luchar, emprende un viaje diferente hacia la solución más amorosa en relación a ti.
Por tanto mi recomendación para empezar es la siguiente:
Deja la balanza para algunas ocasiones.
Empieza a pensar que si te sientes mejor contigo es seguro que comas mejor.
Detecta que pensamientos y sentimientos aparecen al momento de comer.
Dile NO a tu niño interior caprichoso cuando quiere comer, él necesita de tu intervención adulta.
Ten en cuenta que él Como comes puede ser muy importante en la solución.
Organízate para el cambio, que la alimentación tenga un lugar en tu vida.
Elige lo que comes en función de que te nutre y hace sentir bien. Eso implicará ir menos al supermercado y más a tu propia cocina.
Asesórate en relación a los alimentos que es recomendable que estén en tu plan de alimentación no solo para adelgazar sino también para vivir más y mejor.
Atiende las señales de tu cuerpo, que te está pidiendo a gritos un cambio.
Las razones emocionales y nutricionales por las que llegaste a esta situación deben ser atendidas para lograr un resultado estable. Por tanto busca ayuda si sientes que la necesitas. No te dejes solo.
Reconcíliate contigo, que te necesitas para cambiar.
Actúa consciente, que esto es un cambio de Vida no solo de Alimentación.
Al principio costará un poco más, comprende que estás aprendiendo y eso lleva un tiempo.
Ten paciencia que el cambio lo Vale.
Practica como un aprendiz y un día estarás en otro lugar, con hábitos mucho más saludables y sintiéndote mucho mejor con un peso saludable para tí eso es seguro, pero sobre todo con un cuerpo más sano y vital.
Fabiana Palmigiani Alcaire.
Lic. En Nutrición. Coach en Nutrición.
Especializada en PNL y Bioemoción.